[magia] Esa efeverscencia que siento con su suave tocar, como si los planetas colisionaran para transformarse en una homogénea masa de luz viva.
[él] Sus profundos ojos que me miran fijo tranquilizan mi silencioso temblar, egoístas acallan mis pensamientos hasta que me vuelvo vacía solo para ellos. Y ese dedo sobre mi boca, mi cuello, mi alma en estado puro, al descubierto sin armazón alguna. Su dedo que rasguña mi vulnerable piel y ese dolor dulce que advierte su presencia. Y en ese entonces ya no sé dónde estoy, ni de dónde vengo, sólo sé que persigo su dedo, inquieto y misterioso. Su dedo tiene grietas, vidas pasadas, algunas resultan conocidas otras confusas y distantes, pero al mismo tiempo me gritan como si quisieran ser descubiertas, exploradas y más que nada, entendidas.
[él] Sus profundos ojos que me miran fijo tranquilizan mi silencioso temblar, egoístas acallan mis pensamientos hasta que me vuelvo vacía solo para ellos. Y ese dedo sobre mi boca, mi cuello, mi alma en estado puro, al descubierto sin armazón alguna. Su dedo que rasguña mi vulnerable piel y ese dolor dulce que advierte su presencia. Y en ese entonces ya no sé dónde estoy, ni de dónde vengo, sólo sé que persigo su dedo, inquieto y misterioso. Su dedo tiene grietas, vidas pasadas, algunas resultan conocidas otras confusas y distantes, pero al mismo tiempo me gritan como si quisieran ser descubiertas, exploradas y más que nada, entendidas.
Yo también quiero ser entendida.